Ël, antigo dios semítico, padre de Baal (el futuro Belcebú); detalle del mango del cuchillo egipcio de Gebel-el-Arak, tallado en colmillo de hipopótamo hace unos cinco mil años |
En alguna parte de Mesopotamia, entre las ruinas intactas de una hermosa biblioteca de tablillas de arcilla —que se deshacen, frescamente, entre las yemas de mis dedos—, alguien me revela la primera metáfora compleja, intencionada o literaria:
La noche es oscuridad pasajera: Baal, me gustaría dominar la noche.